Fortalecimiento organizacional y Desarrollo de habilidades

Cuando nos detenemos a mirar de manera consciente nuestro entorno, y observamos a las personas que se cruzan en nuestro camino, descubrimos que, a cada momento suceden grandes y pequeñas batallas en busca de la felicidad y de lo merecido, ya sea para ellas mismas o para otras personas que son importantes para sí, seres humanos que cuando pensamos en ellos lo hacemos bajo la premisa de “nuestra razón de ser”.

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He tenido la suerte de encontrar de manera más constante que efímera, mujeres y hombres héroes de sus vidas que batallan ante enfermedades, situaciones sociales y personales, y circunstancias de vida. Se trata de héroes humanos que construyen con ahínco los sueños de sus vidas y avanzan aún en medio de sus temores para dejar un legado firme de amor, alegría y convicción.

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Aun cuando la rutina y el día a día lo seduce, atrapándolo y doblegándolo, aparece el sueño perdido de este héroe: el encuentro con su presente, que le hace recordar el para qué de sus días, su propia misión a veces perdida entre la niebla de los temores y de los señalamientos que otros le muestran y le recrean, haciendo que pierdan de vista su norte y con ello la razón, el significado de su propia existencia.

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El contacto con los detalles que nos rodean y que forman parte de nuestra vida, son la esencia vital, la fuerza que nos moviliza y que nos mantiene en contacto con nuestro poder interior.

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Yo sé bien, Amigo Lector, que tienes ese héroe en tu interior que se escabulle entre la aparente normalidad de los días. Te he visto, en las buenas acciones, extendiendo el tiempo para alcanzar límites insospechados entre el trabajo y las labores del hogar, construyendo obras maravillosas, incluso milagrosas para aquellos que llevas en el corazón.

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Lo sé, ese soy yo, el fuego que permanece oculto en tu interior, el que te habla en silencio y te cuestiona con la emoción: Yo soy Ignus. ¡Déjame arder y empoderar al héroe que ya somos! 

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(Fragmento Libro: Liderando Héroes)

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