- Viviana Mondragón Morales
Liderazgo de equipos
Más que gestión de personas, un proceso gerencial.
Relaciones industriales, recursos humanos, talento humano… por muchos años se ha creído que la gestión de las personas en las organizaciones es un proceso independiente, que debe realizar un área independiente como lo es el área de “gestión humana”.
La realidad, es que la coherencia y el ejemplo de sus jefes son los ingredientes básicos que “leen” los empleados en la organización y que permiten que nos entreguen su confianza y su fe, permitiendo así el amoldamiento de las potencialidades de las personas y la alineación de equipos hacia el logro de los objetivos estratégicos y tácticos de las Empresas.
Lo que se requiere es entonces un trabajo conjunto entre gestión humana, jefes y empleados, donde se brinde a los jefes herramientas de liderazgo y cohesión, y a los empleados se les oriente en el descubrimiento y potencialización de su talento particular.
Las personas hoy comprendemos que somos más, somos más que números, más que recursos o partes del engranaje en una organización, nos vemos como seres humanos, con sueños, temores, potenciales, fortalezas, experiencias que queremos poner al servicio de los otros y claro está, de nosotros mismos, de nuestro crecimiento propio y así lograr el éxito y la trascendencia, entendiendo ambos conceptos como el resultado de las vivencias, la cultura y los deseos de cada persona, por lo que su significado y efecto está individualizado.
Es cierto que podemos seguir gestionando personas y ordenando qué deben hacer para cumplir las metas de la organización, lo más probable es que los empleados seguirán haciendo lo que se les pide y cumplirán un horario laboral.
Sin embargo, si queremos llevar a las organizaciones aún más lejos de lo que soñamos y queremos contribuir a un mejor entorno, debemos gerenciar a las personas y permitirles ser.
Cuando las personas “son” en su vida personal, social, familiar… les entregamos la llave para abrirse a un mundo de oportunidades que conducen a nuevos y mejores proyectos particulares y colectivos.
Debemos entonces contar con jefes líderes, prestos a guiar con efectividad este potencial, a facilitar con éxito los procesos a su cargo y que cuenten con las habilidades para conformar verdaderos equipos que trasciendan cualquier meta y que permanezcan en el tiempo.