- Viviana Mondragón Morales
Empatía organizacional
“Empatía es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y de esta manera poder responder correctamente a sus reacciones emocionales.”
María Julieta Balart Gritti
Mucho se ha hablado de la importancia de la comunicación en las organizaciones como eje vital en los procesos, sin embargo, hay una compañera silenciosa y de alto impacto que apoya la efectividad de la misma: la empatía.
No resulta tan obvio entender las necesidades y los problemas de los demás. Es cierto, que hemos logrado avances en la empatía al interior de los grupos, poco a poco términos que parecen moda van haciendo parte del consciente de las personas en su interacción con otras.
Un reto nuevo se plantea entonces, y es trabajar sobre la “miopía departamental” que dificulta el entendimiento de las necesidades de las otras áreas y departamentos de la empresa, para que cobre significado y fuerza la sinergia de los equipos.
Un ejemplo para comprender este concepto es el siguiente: el área de TIC, con el objetivo de mejorar la plataforma virtual de la organización, decide cambiar de proveedor. Hasta allí, es perfecto su funcionamiento, está buscando cómo mejorar la empresa y lo hace enfocado en sus capacidades, experiencias y conocimientos, es decir, en sus competencias.
Coordina con el proveedor y con todo su equipo los requerimientos y los esfuerzos adicionales que tendrán que realizar. Y como se lo han indicado anteriormente, decide avisar del cambio de tecnología a “todos” en la organización. Y lo hace, a las 2:00 p.m. del día viernes.
¿Cumplió sus objetivos y su función? En teoría sí. Solo le faltó consultar y coordinar previa y oportunamente con las otras áreas y procesos sus necesidades y verificar los problemas que generaría con su actividad en la programación de las actividades de estas otras áreas.
Ahí surge entonces la “miopía departamental”, la búsqueda de la efectividad en los procesos individuales de cada grupo o subproceso de la empresa, olvidando que somos un sistema y que cada acción o inacción produce un efecto y resultado a nuestro alrededor.
Este es sólo un ejemplo, que se repite inconscientemente en las organizaciones, entiendo mi proceso como único y primordial, y no me pregunto qué pasará en el entorno o que pasará con los otros procesos a partir de mis decisiones.
¿La solución? O al menos parte de ella, la empatía organizacional.
Atendiendo a la definición de empatía que se dio a conocer al inicio del artículo, de la Directora de Ágama Consultoría, María Julieta Balart, y aplicándola al ámbito organizacional, si los diferentes departamentos que hacemos parte de la estructura de la empresa entendiéramos las necesidades, sentimientos y problemas de los otros departamentos, es decir, ponernos en su lugar, conocer y comprender sus procesos, y asimilar cómo cada uno es parte fundamental de ese sistema vivo que se llama EMPRESA, podríamos tomar decisiones y acciones que beneficien las diferentes partes, optimizaríamos recursos y minimizaríamos el impacto no solo en el proceso si no también en el relacionamiento.
Recordemos que las organizaciones están conformadas por personas y somos finalmente cada una de nosotras las que sumamos al éxito o al fracaso de las mismas.
Practiquemos entonces más la empatía organizacional.